Marco teórico

Las hormigas son de los insectos con mayor éxito, con cerca de 14 000 especies descritas, aunque se estima que pueden ser más de 22 000. Se identifican fácilmente por sus antenas en ángulo y su estructura en tres secciones con una estrecha cintura. La rama de la entomología que las estudia se denomina mirmecología.

Al ser de los insectos más extendidos a lo largo del mundo, es de esperarse que afecten de una u otra forma nuestras actividades, por lo tanto, el estudio que realizaremos será:

¿Cómo afectan las hormigas a la agricultura?

Las hormigas pueden afectar tanto positiva como negativamente, como ejemplo simple ponemos a la hormiga Atta (hormiga cortadora u hormiga arriera), la cual es considerada como una de las principales plagas en la agricultura debido a su alimentación, el cual es un pequeño "hongo de jardín" que cultivan en hojas cortadas por ellas mismas, precisamente la necesidad que tienen de cortar las hojas es la que nos lleva a que sean consideradas una plaga debido a que es capaz de defoliar una amplia variedad de especies de plantas, incluidos los cultivos. Inclusive en algunos casos se sugiere que la hormiga Atta corta entre el 13 y el 20 por ciento del crecimiento de las plantas. 

Aunque se le considera una plaga, también es parte importante del equilibrio del ecosistema en el sur y centro de América, ya que juega un papel importante en el recorte de la vegetación y en la estimulación para el crecimiento de nuevas plantas, además aporta nutrientes a la tierra donde habita, en muchos casos fertilizando para el crecimiento de nueva vegetación.

La pregunta que surge entonces es: ¿Son malas las hormigas en la agricultura?

La respuesta es simple, NO DEL TODO. Es por ello que con esta investigación se busca entrar a fondo con el cómo nos afectan las hormigas, y de ser posible, aprovechar de alguna manera lo bueno que se pueda obtener y desechar las malas afecciones que causan de una manera en la que no se vean afectadas en su colonia y estilo de vida.

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